En México la política de la época se
caracterizó por el enfrentamiento tanto
en el terreno de las declaraciones y
discursos como el plano de armas. La tensión entre el gobierno central y los
estados fue otra constante del periodo y un grave problema en el proceso para
lograr la unidad nacional. Mientras la mayoría
de los estados estaban a favor del federalismo, otros y, sobre todo, el
gobierno federal y parte de la clase política se manifestaba a favor del
centralismo, pues consideraban que la única forma para imponer orden en el país
era dotar al gobierno del amplios atribuciones para que sometiera a los
caciques regionales, acabara con las disputas entre facciones, dictara leyes
generales y controlara el ejército, entre otras facultades.
La gran dificultad para consolidar un proyecto
nacional era la profunda división entre las tendencias políticas que
fraccionaban el escenario público en centralistas, federalistas, conservadores, y liberales, así como la imposibilidad de
gobernar de manera continua, pues los constantes pronunciamientos militares
ocasionaban que prácticamente ningún presidente completara su periodo.
hola
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